En los refugios para animales, existe una triste realidad: los perros de edad avanzada a menudo son ignorados, convirtiéndose en los llamados "animales invisibles" para la mayoría de las personas que buscan adoptar. En su lugar, la atención se centra en cachorros y perros jóvenes, compañeros llenos de energía con quienes compartir aventuras emocionantes y paseos divertidos. 

Sin embargo, es hora de cambiar nuestra perspectiva y darse cuenta de que la vejez no es sinónimo de enfermedad. Adoptar un perro mayor tiene innumerables ventajas que no podemos ignorar.

¿Cuáles son las ventajas de adoptar un perro mayor?

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Una de las principales ventajas de adoptar un perro viejo es que conocemos su estado de salud. Es cierto que los perros de edad pueden enfrentar algunos problemas de salud relacionados con el envejecimiento, como la artritis, enfermedades cardíacas o renales. 

Pero, gracias a los avances en medicina veterinaria, estos problemas se pueden controlar eficazmente. De hecho, nuestros perros ahora tienen la oportunidad de vivir más años y disfrutar de una calidad de vida maravillosa. Además, es probable que cualquier problema genético ya se haya manifestado, lo que significa que no habrá sorpresas inesperadas.

En contraste, adoptar un cachorro no garantiza una salud perfecta. Los cachorros también pueden enfrentar problemas de salud, como el parvovirus, y están expuestos a diversas enfermedades y accidentes a lo largo de su vida.

Otra ventaja significativa de adoptar un perro mayor es su naturaleza tranquila. Estos "abueletes" suelen tener un estilo de vida relajado y pasan muchas horas durmiendo. Una vez que se adaptan a su nuevo hogar, podemos salir sin preocupaciones durante varias horas sin temor a encontrar el sofá destrozado o a recibir quejas de los vecinos debido a ladridos incesantes.

Es importante tener en cuenta que algunos perros mayores pueden tener problemas de movilidad debido a la edad, como la osteoartritis. Por lo tanto, debemos asegurarnos de que puedan moverse con seguridad en nuestro hogar, especialmente si hay escaleras o muebles elevados. Sin embargo, también son compañeros de viaje ideales para aquellos a quienes les gusta explorar el mundo, ya que su serenidad contribuirá a reducir el estrés y la ansiedad que pueden surgir durante los traslados y estancias en diferentes lugares.

Un beneficio adicional es que los perros mayores ya han adquirido hábitos establecidos. Olvídate de la frustración de lidiar con un perro que orina en casa tan pronto como entra por la puerta, a pesar de haber estado dando vueltas en la calle durante horas. Los perros mayores ya han aprendido los hábitos de higiene necesarios.

¿Qué debemos tener en cuenta?

Solo necesitaremos ajustar nuestras rutinas a sus necesidades específicas. Es posible que, debido a su edad o medicamentos que estén tomando, tengan una mayor necesidad de orinar. No tendremos que enseñarles dónde deben hacerlo, ya que ellos ya saben que deben hacerlo en la calle.

A diferencia de los perros jóvenes enérgicos que requieren una gran cantidad de ejercicio, los perros mayores necesitan menos actividad física. Los paseos siguen siendo fundamentales para su salud física y emocional, pero no tienen que ser tan largos o intensos. Sin embargo, aún podemos disfrutar de momentos divertidos junto a ellos. Apreciarán los juegos en casa, especialmente aquellos que estimulen su mente, como los juegos interactivos o aquellos que despierten su sentido del olfato.

Si ya tenemos otras mascotas adultas en casa, los perros mayores son compañeros ideales. Su nivel de energía más bajo hace que sean el "hermano" perfecto para ellos. En contraste, los cachorros y los perros jóvenes a menudo pueden resultar inquietos con sus juegos y curiosidad, lo que puede causar molestias o nerviosismo en otras mascotas.

Por ejemplo, si tenemos un gato que nunca ha convivido con perros, adoptar un perro mayor puede ser una excelente manera de que el gato se familiarice gradualmente con los caninos en un entorno más tranquilo y seguro.

Además, adoptar un perro de edad avanzada es un acto de bondad y compasión. No es justo que cualquier animal pase los últimos días de su vida sin experimentar el amor y la calidez de una familia. Los perros no solo nos brindan compañía incondicional, sino que también nos ayudan a ser personas más saludables y empáticas.

No hay razón alguna para condenar al aislamiento social al "mejor amigo del hombre" simplemente porque ha envejecido. Adoptar un perro mayor es un acto de amor que marca una diferencia significativa tanto en la vida del animal como en la nuestra.

Por tanto, adoptar un perro de edad avanzada ofrece numerosas ventajas. Conocemos su estado de salud, disfrutamos de su tranquilidad, se han establecido hábitos adquiridos, requieren menos ejercicio, se llevan bien con otras mascotas y es un acto de compasión. No subestimemos el valor de darles un hogar a estos encantadores "abueletes" peludos. Están llenos de amor y gratitud, esperando convertirse en parte de nuestras vidas y brindarnos su amor incondicional hasta el último día.

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