¿Sabías que los perros también pueden pasar por una fase de rebeldía y desafío similar a la adolescencia humana? Descubre cómo los canes de ocho meses de edad pueden volverse desobedientes y tercos, y qué implicaciones tiene para sus dueños.
Cuando pensamos en la adolescencia, normalmente asociamos esa etapa de rebeldía y desafío con los seres humanos. Sin embargo, un estudio publicado en el año 2020 reveló algo sorprendente: los perros también pueden experimentar una fase problemática similar cuando alcanzan los ocho meses de edad. Esto puede resultar sorprendente para muchos propietarios de perros, que podrían notar un cambio repentino en el comportamiento de sus mascotas en esta etapa crucial de su desarrollo.
Un equipo de investigadores llevó a cabo un estudio en el que observaron el comportamiento de 378 perros de diferentes razas. Descubrieron que los canes eran más desobedientes y tercos alrededor de los ocho meses de edad, especialmente en lo que respecta a seguir las órdenes de sus dueños. Sin embargo, curiosamente, los perros no mostraron la misma obstinación cuando se trataba de obedecer a personas ajenas a su familia. Esto sugiere que durante la adolescencia canina, los comportamientos indeseables se dirigen principalmente hacia sus propietarios, al igual que sucede con los adolescentes humanos, que a menudo se vuelven difíciles con sus padres.
Estos hallazgos tienen importantes implicaciones para el futuro de los perros en esta etapa de su vida, ya que algunos propietarios pueden sentirse abrumados y optar por abandonar a sus mascotas en refugios debido a la incapacidad para lidiar con su comportamiento rebelde. Sin embargo, es fundamental comprender que este comportamiento es solo una fase transitoria y pasajera.
La Dra. Lucy Asher, investigadora de comportamiento animal de la Universidad de Newcastle en el Reino Unido, destaca la importancia de ser consciente de que los perros están experimentando una fase y que eventualmente superarán esta etapa problemática. Según la Dra. Asher, "este es un momento muy importante en la vida de un perro. Muchos perros son devueltos a los refugios porque ya no son adorables cachorritos y sus propietarios descubren que se han vuelto más difíciles de controlar y entrenar. Pero al igual que ocurre con los adolescentes humanos, los dueños deben ser conscientes de que su perro está pasando por una fase y la superará".
Para respaldar aún más estos descubrimientos, se realizó un experimento con 93 labradores, golden retrievers y mezclas de estas razas. Se descubrió que los perros de ocho meses eran más lentos y reticentes a obedecer la orden de "sentarse" cuando era dada por su cuidador, en comparación con cuando tenían cinco meses. Sin embargo, estos mismos perros de ocho meses no mostraron la misma obstinación cuando la orden provenía de un extraño.
Además, los investigadores recopilaron datos de una encuesta realizada a 285 propietarios y entrenadores de perros, en la que se les pidió que evaluaran la "capacidad de entrenamiento" de los animales respondiendo preguntas sobre su obediencia y la rapidez con la que seguían las órdenes.
Los resultados mostraron que los propietarios clasificaron a sus perros como menos obedientes a los ocho meses de edad en comparación con los cinco o doce meses. Sin embargo, los entrenadores externos a la familia afirmaron que la obediencia de los perros aumentó entre los cinco y los ocho meses de edad.
En base a estos hallazgos, la Dra. Asher enfatiza la importancia de no castigar a los perros por su desobediencia durante esta etapa y de no alejarse emocionalmente de ellos. Castigar o distanciarse emocionalmente de un perro en esta fase problemática puede empeorar cualquier problema de comportamiento, al igual que sucede con los adolescentes humanos.
El estudio también reveló que las hembras inseguras, aquellas que muestran signos de una mayor necesidad de apego y ansiedad cuando se separan de sus dueños, alcanzaron la pubertad antes que las demás.
.jpg)
