Durante los primeros días del período de adaptación, debemos tener grandes dosis de paciencia y comprensión.
Adoptar un animal es un asunto serio. Se trata de un ser vivo con necesidades que hay que atender, independientemente de si tenemos un día bueno, malo o regular. Antes de lanzarnos a la piscina y adoptar un perro, habrá que tener claro como el agua que el animal necesitará que se le alimente, requerirá atención y juegos a diario, será básico que cuente con un espacio cómodo y limpio para dormir, necesitará que lo lleves al veterinario cuando toque, que estés dispuesto a auxiliarlo en caso de urgencia y que cuentes con que no será tan fácil irte de vacaciones o moverte teniéndolo a él. Si a pesar de todo esto te sigue compensando incluir un perro en tu vida, es momento de seguir avanzando.
Ahora que aceptas las obligaciones que exige tener un perro, es momento de elegir el can que más se adapta a ti y a tu estilo de vida. Estos factores son los que habría que valorar:
¿Cuánto tiempo libre tienes? O en otras palabras: ¿cuánto tiempo podrás dedicarle al animal cada día? Hay perros que exigen más tiempo que otros.
¿Eres activo o más bien sedentario? Esta pregunta hay que hacérsela porque existen perros que necesitan descargar su energía a diario haciendo ejercicio o dando paseos largos. Quizá no encaje contigo un perro muy activo.
¿Cuál es tu situación económica? Tener una mascota supone aumentar los gastos pero hay perros que requieren un mayor desembolso que otros, como, por ejemplo, los que son grandes (comen más, sus accesorios son más caros, etc).
¿Que opina el resto de personas que vive contigo? ¿Tienes niños? Si vives con otras personas, como amigos, padres, hijos o pareja, es necesario llegar a un acuerdo antes de tomar una decisión. Es importante asegurarse de que todas las partes involucradas entiendan y estén de acuerdo con la adopción y quiénes serán los responsables del cuidado del animal.
En cuanto a los niños, debes saber que existen perros más o menos aptos para vivir con ellos.
Lo cierto es que sí.
Lo primero de todo es que hay que rellenar el cuestionario de adopción diciendo toda la verdad y nada más que la verdad. De esta forma, podremos evitar posibles situaciones desagradables.
Durante los primeros días del período de adaptación, debemos tener grandes dosis de paciencia y comprensión. Dependiendo del animal y sus experiencias previas, puede mostrarse extremadamente activo y excitado o distante y tímido. En ambos casos, es crucial proporcionarle un ambiente relajado y calmado para ayudarle a enfrentar adecuadamente esta nueva etapa de su vida.
Algunos perros pueden tener dificultades para adaptarse a su nuevo hogar y pueden experimentar problemas de ansiedad y estrés. Para resolver estos problemas, es importante trabajar con un educador profesional y tener paciencia mientras el perro se adapta a su nuevo hogar. También es importante establecer una rutina clara y consistente y proporcionar al perro suficiente ejercicio, atención y cariño.
Aunque las revisiones veterinarias son exhaustivas en las asociaciones y centros de adopción, se puede dar el caso de que algún perro presente problemas de salud que no se hayan detectado previamente en su unidad de origen. Si esto ocurriera es de obligado cumplimiento comunicarlo a la asociación.
Por último, hay que ser paciente y amoroso: los perros adoptados pueden necesitar tiempo para adaptarse a su nuevo hogar y pueden requerir apoyo emocional.
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