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Ya está. Por fin ha llegado el momento que llevabas tiempo esperando con tanta ilusión. Has superado el proceso de adopción de un perro. Pero, antes de que lleves al animal a casa de forma precipitada, existe una serie de pautas que es conveniente seguir para que su llegada sea lo más amable posible, para que se adapte a su nuevo hogar cuanto antes. ¡Toma nota!

Es importante preparar la casa antes. Como si de un niño pequeño se tratara, deberemos quitar de en medio todos los objetos que puedan suponer un peligro para el perro. Si no fuera posible, la opción sería dificultar su acceso a ellos, por ejemplo, ocultando los cables en una caja organizadora. También habrá que retirar de su alcance los objetos de valor. Esto no quiere decir que siempre los vayas a tener todo escondido. Con el tiempo el animal se adaptará y no serán necesarias tantas precauciones.

Es el momento de decidir dónde irán sus cuencos de comida y agua, así como su camita. Esto ayudará a crear rutinas, algo de gran importancia para los perros. Volviendo al tema de la camita, lo ideal es elegir un sitio que sea más o menos definitivo para no marearle mucho.

¡Ya está en casa!

Cuando llegues con el animal a casa, déjale a su aire, que explore como quiera. No le hables fuerte, no le achuches, ya habrá tiempo de coger confianza. Así, se reducirá el estrés que supone aterrizar en un lugar desconocido, con una persona desconocida. Si escondes premios por la habitación, sumarás premios.

A la hora de presentarle a tu familia y amigos es mejor ir poco a poco, para que no se estrese. Soltarlo de golpe ante muchos desconocidos puede no ser una buena idea. Quizá con el tiempo te des cuenta de que a tu perro le encantan las relaciones sociales pero, de entrada, es preferible no ponerlo a prueba.

Progresiva también deberá ser la adaptación a la que a partir de ahora será su nueva vida. Si sales a comer fuera, inclúyelo de vez en cuando en el plan; si sales a pasear, que te acompañe; si quedas con tus amigos, ídem. La idea es que poco a poco se vaya haciendo a tus rutinas.

Una vez que el perro se haya adaptado a su nueva vida, es aconsejable practicar con él adiestramiento en positivo. Se trata de enseñarle con premios y genera un vínculo muy fuerte entre perro y humano, además de mejorar la interacción con el resto de la familia, amigos que vengan de visita a casa… Las pautas básicas de educación son útiles en la adaptación del animal.

Para acabar, solo nos queda decirte que te armes de paciencia. Es probable que en las primeras semanas el perro esté raro. Es normal, se está adaptando a una nueva situación, a un nuevo dueño, nuevas rutinas y nuevas personas. Con el paso del tiempo será él mismo. Ya lo verás.

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