Los perros policía son unos compañeros fieles y valientes que ayudan a las fuerzas de seguridad en diversas tareas. Pero, ¿cómo se preparan para su trabajo?
Los perros policía son unos compañeros fieles y valientes que colaboran con los cuerpos de seguridad en diversas tareas, como la detección de drogas, explosivos, billetes falsos, restos humanos o acelerantes del fuego, la defensa y el ataque, el rescate y el salvamento o la búsqueda y localización de personas. Estos animales reciben un adiestramiento especializado que les permite desarrollar sus habilidades y trabajar en situaciones de alto riesgo.
Pero no todos los perros pueden ser policías. Para formar parte de este cuerpo tan especial, los perros deben cumplir una serie de requisitos físicos, psicológicos y de comportamiento. Además, deben pertenecer a unas razas determinadas, que suelen ser el pastor alemán, el pastor belga, el labrador, el braco o el perro de agua español.
El proceso de selección y adiestramiento de los perros policía comienza cuando tienen alrededor de un año de edad. Lo primero que se hace es someterlos a unas pruebas para evaluar su capacidad de trabajo, su obediencia y su sociabilidad. Estas pruebas consisten en exponer al perro a diferentes estímulos, como ruidos, tráfico, personas o superficies variadas, para ver cómo reacciona y si se adapta al entorno.
Si el perro supera las pruebas iniciales, se le asigna un agente guía canino, que será su cuidador y su instructor. El agente debe haber realizado previamente un curso específico de 18 semanas para obtener la cualificación necesaria para entrenar a un perro policía. El agente y el perro establecerán un vínculo afectivo y profesional que durará toda la vida laboral del animal.
El adiestramiento del perro policía se realiza en centros especializados que cuentan con instalaciones adecuadas para entrenar, como gimnasios, dormitorios o espacios que simulan situaciones de riesgo. El adiestramiento se basa en el refuerzo positivo, es decir, en premiar al perro cuando realiza correctamente una acción. El premio puede ser una pelota, un juguete, comida o simplemente una caricia o una palabra de aliento. De esta forma, el perro asocia su trabajo con un juego divertido y gratificante.
El adiestramiento también se enfoca en la especialización del perro según su función. Cada perro tiene unas aptitudes y unas preferencias que se deben respetar y potenciar. Por ejemplo, hay perros que tienen un olfato más desarrollado que otros y son más adecuados para la detección de sustancias. Otros tienen más fuerza o agilidad y son más idóneos para la defensa o el rescate. El agente guía canino debe conocer bien a su perro y adaptar el adiestramiento a sus características.
El adiestramiento del perro policía no termina nunca. A lo largo de su carrera profesional, el perro debe seguir entrenando y actualizando sus conocimientos y habilidades. Además, debe someterse a revisiones veterinarias periódicas para garantizar su salud y bienestar. Los perros policía trabajan entre 8 y 9 años, dependiendo de su estado físico y mental. Cuando llega el momento de su jubilación, los perros policía pueden quedarse con su agente guía canino o ser adoptados por otra familia que les ofrezca una vida digna y feliz.
Los perros policía son unos seres extraordinarios que merecen todo nuestro respeto y admiración. Su labor es fundamental para nuestra seguridad y convivencia. Gracias a ellos, podemos vivir en un mundo mejor.
Adoptar un perro mayor es una opción muy recomendable que tiene muchas ventajas. No te dejes influir por los prejuicios o los mitos sobre la vejez canina, y ofrécele una oportunidad a estos “abueletes” tan especiales. Estamos seguros de que no te arrepentirás. Descubre cómo puedes adoptar un K9.
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