Los perros son animales fieles, cariñosos y divertidos que pueden aportar muchos beneficios a nuestra vida. Sin embargo, no todos los perros tienen la suerte de encontrar un hogar donde ser felices y queridos. Según la Fundación Affinity, en España se abandonan más de 138.000 perros al año, muchos de los cuales terminan en refugios o protectoras que luchan por darles una segunda oportunidad. Por eso, si estás pensando en tener un perro como compañero, te animamos a que optes por la adopción en lugar de la compra.

Adoptar un perro es un acto de amor y responsabilidad que tiene muchas ventajas tanto para el animal como para ti. Al adoptar, le estás dando una nueva vida a un perro que ha sido rechazado, maltratado o desatendido por sus anteriores dueños. Le estás ofreciendo un hogar donde recibir atención, cuidados y afecto. Además, al adoptar estás contribuyendo a reducir el problema del abandono y el maltrato animal, y a evitar la sobrepoblación de perros sin hogar.

También te estás beneficiando tú mismo, ya que los perros adoptados suelen establecer un vínculo muy especial con sus nuevos dueños, basado en la gratitud y la lealtad. Los perros adoptados pueden ser excelentes compañeros para los niños, los ancianos y las personas con discapacidad o problemas emocionales. Los perros adoptados también pueden ayudarte a mejorar tu salud física y mental, ya que te harán más activo, más sociable y más feliz.

Además, aunque no es lo más importante, muchas personas piensan en sus posibilidades económicas. En este sentido, los refugios y las protectoras suelen cubrir los gastos de vacunación, desparasitación y esterilización de los animales, por lo que el coste tiende a ser mucho menor. También tiene la ventaja de conocer el carácter y el comportamiento del perro antes de llevártelo a casa, ya que los voluntarios y los trabajadores de estos centros suelen tener mucha información sobre cada animal. Así podrás elegir al perro que mejor se adapte a tu estilo de vida y a tus necesidades.

Por otro lado, al adoptar un perro estarás evitando fomentar la cría ilegal de perros, una práctica cruel y peligrosa que se aprovecha de la alta demanda de cachorros. Los criaderos ilegales son lugares donde los perros son explotados como máquinas de producir camadas, sin respetar su bienestar ni su salud. Los cachorros suelen ser separados de sus madres demasiado pronto, lo que puede causarles problemas físicos y psicológicos. Además, los criaderos ilegales suelen falsificar documentos, engañar a los compradores y evadir impuestos.

La cría ilegal también supone un riesgo para la salud pública y el medio ambiente, ya que puede favorecer la propagación de enfermedades zoonóticas y la introducción de especies invasoras o exóticas. Por eso, es importante denunciar cualquier caso sospechoso de cría ilegal y no comprar nunca un cachorro sin verlo en persona ni comprobar su procedencia.

Pero si aún así prefieres comprar un perro en lugar de adoptarlo, debes hacerlo con responsabilidad y garantías. Debes elegir un centro de cría profesional y legal que cumpla con las normativas sanitarias y éticas. Debes informarte sobre el origen del cachorro, sus padres y sus condiciones de vida. Debes exigir un contrato de compra-venta con todos los datos del vendedor y del animal. Y debes asegurarte de que el cachorro está sano, vacunado, desparasitado e identificado con microchip.

Como ves, adoptar o comprar un perro son dos opciones muy diferentes que implican distintas consecuencias para ti y para el animal. Si quieres tener un perro como compañero, no lo dudes: adopta, no compres. Estarás salvando una vida y ganando un amigo.